La normativa de extintores vigente es muy estricta a la hora de exigir a las viviendas sistemas de proteción contra incendios que preserven, en primer lugar, las vidas de las personas y, en segundo lugar, minimicen los daños provocados por el fuego y el humo en sus hogares. El riesgo está latente.
A la hora de disponer de un buen sistema de protección contra Incendios de una Comunidad de Vecinos hay que tener en cuenta tres factores fundamentales para la seguridad y la eficacia: El buen hacer profesional de personal debidamente acreditado, la inspección y el control de los sistemas de protección contra incendios y el mantenimiento periódico, anezado directamente a la eficacia del sistema, y obligatorio por Ley. Actualmente, todo el reglamento de protección contra incendios en edificios se encuentra definido dentro de la Norma Básica de Edificación.
Para asegurarnos en todo momento de que, en caso de necesidad, los extintores van a proporcionar el servicio que se espera, es necesario también que sea periódicamente revisado y que tenga un correcto mantenimiento preventivo. Es sumamente necesario contar con una empresa acreditada que lleve a cabo las inspecciones trimestrales y anuales obligatorias por Ley, en las cuales se comprobará el estado del contenido de la botella, el estado físico de éstas y su peso, la boquilla, la manguera y todos sus componentes adicionales. Todos los detalles a realizar para la revisión de extintores se encuentran recogidos en la Norma UNE 23120 de mantenimiento de extintores de incendios de Junio de 2011 y en las Tablas I y II del Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) del RD513/2017.
Muy importante a tener en cuenta es que la vida útil máxima de un extintor es de 20 años, pero solo si ha tenido las inspecciones de mantenimiento programadas y los procesos de retimbrado necesarios. Pero para que un extintor llegue a los 20 años, cada tres meses debe tener una revisión básica, otra con carácter anual más completa y cada 5 años se debe realizar una prueba llamada retimbrado o prueba hidráulica.
La primera prueba hidráulica para asegurar las óptimas condiciones de uso del extintor la realiza el fabricante antes de su venta. Esta prueba es el denominado timbrado y debe constar en el envase del extintor, marcado normalmente con las siglas Ph de prueba hidráulica. Esta prueba es váilda para los primeros 5 años. Cada tipo de extintor tiene su presión de timbre dependiendo de su fabricante, por lo que los extintores tendrán que ser retimbrados de acuerdo con esa presión marcada.
El retimbrado de extintores es una operación en la que se somete al casco de la botella del extintor a una prueba de presión mayor de la habitual. Esta presión en España es de 23 bar. En está prueba hidráulica se comprueba la estanqueidad del casco. Verificando que no aparecen fugas ni deformaciónes en la botella. Solo de esta forma se puede garantizar el correcto funcionamiento del aparato durante otros 5 años.
En el caso del retimbrado de extintores de CO2 la presión de prueba indicada es de 250 bar. Esta es una prueba de alta presión y solamente debe realizarse en taller y bajo estrictas medidas de seguridad. Lógicamente, estas son operaciones a realizar solamente por el personal especializado del fabricante o por el personal de la empresa mantenedora debidamente acreditada.
El proceso de retimbrado de extintores es el siguiente:
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Despresurizar el extintor y desmontarlo.
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Vaciar el polvo del interior y llenarlo con agua.
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Presurizarlo a 25kg/cm² durante 30 seg y posteriormente despresurizarlo.
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Vaciarlo de agua y secarlo interiormente.
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Volver a cargar el extintor.
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Montar la maneta y presurizarlo.
Una vez finalizado el proceso de retimbrado, se anotan en la etiqueta externa del extintor, la prueba que se ha realizado y se sella en el recuadro de la placa del extintor el mes y año del retimbre. Ya estará preparado para otros 5 años. En este tipo de pruebas, se rechazarán aquellos extintores que, a juicio de la empresa mantenedora presenten defectos que pongan de manifiesto dudas y/o riesgos del correcto funcionamiento y la seguridad del extintor o bien aquellos para los que no existan piezas de recambio originales que garanticen el mantenimiento de las condiciones óptimas de fabricación.
Teniendo en cuenta la gran importancia que los extintores tienen en los sistemas de extinción de incendios y la gran seguridad que representa contra éstos, es indispensable que se encuentren sometidos a un buen programa de mantenimiento y retimbrado que garantice que se encuentran en perfecto estado, para tener la tranquilidad de que, en caso de incendio, su funcionamiento será el correcto y se pueda hacer frente a un incendio.